Un ícono puede ilustrar una idea eficientemente.
Introducción
Los íconos no son logotipos, sino representaciones gráficas de una idea. Añaden valor al concepto que representan en la comunicación de productos y servicios. Además, tienen el potencial de ser reconocidos universalmente, sin importar el idioma.
En ningún caso se deben de utilizar como elementos decorativos.
Construcción
Los íconos deben de ser construídos dentro de una retícula cuadrada. El grosor de línea del ícono debe de ser igual al grosor de un cuadro de la retícula.
El espaciado entre líneas debe de ser por lo menos equivalente al grosor de una línea, y puede incrementarse en múltiplos de esta medida.
Las inclinaciones permitidas para las líneas dentro de un ícono son horizontales, verticales, 30º, 45º, 62º y sus múltiplos.
Las esquinas de los íconos deben de ser redondeadas. Todos los íconos deben llevar un redondeado similar para unificarlos visualmente.
Cuando un ícono tenga terminaciones con líneas abiertas, éstas deben de tener un acabado recto.
Para crear un número para la iconografía, es importante tomar en cuenta los lineamientos anteriores.
En todo caso, los íconos deben llevar un área de protección igual a dos cuadros de la retícula hacia todos los lados.
Un ícono puede llevar un soporte de color, cuyo tamaño debe de ser igual al del área de protección del ícono, con las esquinas redondeadas.
Esta aplicación es útil cuando se debe potenciar la legibilidad del ícono.
Los íconos sólidos siguen las mismas pautas.
Iconografía Sólida
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Iconografía de Línea
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